La Antigua
- Emmanuel Garcia
- 16 may 2024
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 19 dic 2024
Prólogo
Noche del 1 de diciembre de 1814. Claudio "el Chino" observaba con desvelo a sus hombres jugar a los dados sobre un barril, conversando entre risas mientras él se paseaba por las calles oscuras de La Antigua. Al detenerse frente al cuartel de lanceros, sus pensamientos recordaron el feroz ataque del Brigadier Olazábal del año pasado. Aunque el cuartel no contaba ni con veinte años desde su construcción, los agujeros de bala y las marcas del fuego en sus paredes eran un sombrío recordatorio de la amenaza constante.
El enemigo se acercaba sin descanso. Días antes, los soldados de Nautla que habían logrado escapar del perverso comandante del rey Manuel González de la Vega y de sus subalternos Pedro Blasco y Juan Vidal, se unieron a la resistencia. El Chino sabía que solo él y ese excéntrico personaje que defendía el Puente del Rey, José Ramón Fernández y Félix, ahora conocido como Guadalupe Victoria, se interponían entre los realistas y el control total del camino real.
De repente, un grito despavorido rompió la alegría de los dados. "¡Gachupines! ¡Gachupines en el río!" Justo en ese instante, el estruendo de un mosquete resonó, y la bala de plomo atravesó el tórax del joven soldado, acabando con su vida al instante. Más disparos siguieron, alcanzando extremidades, desangrando a hombres, y arrebatando padres, hermanos e hijos.
"¡Bayonetas... ¡Por el rey!" gritó una voz autoritaria desde el río. "¡Por el rey!" replicaron otras. Las fuerzas realistas cargarón implacablemente contra los maltrechos y desprevenidos insurgentes. Desesperado, El Chino intentó guiar a cuantos hombres pudo en una retirada hacia el lado opuesto del pueblo, pero al llegar a la trinchera que delimitaba los márgenes de La Antigua, entre la bruma y el humo de la pólvora, vislumbró la figura del maldito comandante González de la Vega.
La Antigua (Veracruz) es una población rivereña del sotavento veracruzano ubicada entre Cardel y El Puerto de Veracruz. A orillas del río homónimo (históricamente conocido como río de Canoas o Huitzilapan), este bello pueblo cuenta con deliciosos restaurantes de mariscos, árboles imponentes y edificios históricos, lo que hacen a esta comunidad un excelente destino para aquellos amantes de la gastronomía, arquitectura histórica y naturaleza. Pero debes ser precavido, pues en el poblado abundan los mitos y leyendas que son vendidos por verdad inclusive por las mismas autoridades.

¿Vendrías a esta bella comunidad para degustar la deliciosa comida de la costa veracruzana? ¿o quizá para imaginar como debió haber sido la estancia de un corsario ingles durante el auge de la piratería? ¿tal vez simplemente para dejarte asombrar por los majestuosos arboles que crecen entre las grietas de los edificios antiguos?. Hay muchas razones para venir a La Antigua, pero tú ¿por qué vendrías? ...y tú por qué viajas?
Por la historia
"Fundóse esta ciudad en la Tierra Firme a las riveras de un hermoso río de mucha amenidad, y frescura, una legua del mar, donde surgían los navíos y de donde se subían las mercaderías en pequeñas embarcaciones" - Andrés Pérez de Ribas (1645), Historia de los triunfos de Nuestra Señora la Fe.
La historia conocida de La Antigua comienza con el asentamiento totonaco de Huitzilapan (del náhuatl huitzilli [colibrí], atl [agua] y -pan [sufijo locativo]), un pequeño poblado sujeto al señorío de Cempoala. De dicho poblado queda poco, ya que el actual pueblo de La Antigua fue construido encima por los españoles [1].


Al inicio de la campaña de conquista hispana de Tenochtitlan, la expedición liderada por Hernán Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz en las dunas de Chalchihuecan (actual Costa Verde, no debe confundirse con el poblado homónimo cercano a la caseta de La Antigua). Sin embargo, debido a la hostilidad del terreno y los mosquitos, decidieron buscar un mejor lugar para asentar la villa. Entonces las huestes españolas viajaron al norte encontrando abandonado el poblezuelo totonaco de Huitzilapan. El ejercito español no se quedo en el paraje mucho tiempo y prosiguió a fundar la Vera Cruz al pie del Cerro de Los Metates, en las inmediaciones de Quiahuiztlan (Villa Rica de la Vera Cruz de Archidona [1519]). Es durante este periodo histórico que surgen la mayoría de los mitos del pueblo, pues La Antigua no fue la primera población española en América, ese mérito le corresponde a Santa María La Antigua del Darién (Colombia), y, como el lector apreciara mas adelante, tampoco lo fue en México.

En 1524 (¿a 1525?) las funciones del puerto y los pobladores de Villa Rica de la Vera Cruz de Archidona se mudaron al margen Este del rio Canoas (Rio La Antigua) en el sitio donde se encontraba la población totonaca de Huitzilapan [1] dando origen a la población actual. Para ese año Villa Medellín (Medellín de Bravo), Villa del Espíritu Santo (Coatzacoalcos) y Villa de Santiesteban del Puerto (Pánuco) ya habían sido fundadas. Cabe resaltar que la iglesia de Medellín es contendiente a ser más antigua que la Ermita del Rosario de La Antigua, aunque los registros históricos no son claros.
Otro mito que merodea en La Antigua es el de la Casa de Cortés, en realidad Hernán Cortés nunca habitó dicha edificación. La Casa de Cortés corresponde a la Casa de Contrataciones, una institución virreinal que fungía como aduana y que aparentemente fue construida en 1561, varios años después de la muerte de Hernán Cortés.
Durante el periodo en el que La Antigua -en ese momento aún conocida como La Vera Cruz- fungió como la sede de la aduana novohispana ocurrió uno de los mayores enfrentamientos entre piratas y tropas novohispanas. La flota del pirata John Hawkins, auspiciada por la corona británica, llegaría de improvisto a las costas veracruzanas, haciéndose con La Antigua y con el fuerte de San Juan de Ulúa y tomando a su guarnición como rehén. Pero la suerte de los piratas terminaría allí, pues en la Batalla de San Juan de Ulúa las tropas novohispanas y la flota imperial española neutralizarían a 4 de los 6 barcos piratas y a una gran cantidad de sus tripulantes [2].
En 1597 La Vera Cruz sería trasladada nuevamente al paraje denominado Ventas de Buitrón (ubicación actual), dejando a la que seria llamada como La Antigua Veracruz con una relevancia muy disminuida. Sin embargo, el pueblo sigo conformando parte del sistema de defensa del Camino Real de Veracruz a Ciudad de México vía Xalapa y del mismo puerto de Veracruz con la construcción del Cuartel de la 6ta Escuadra de Lanceros de Veracruz ("Caballerizas de Santa Anna").

Las mal llamadas "Caballerizas de Santa Anna" son otro caso de embellecimiento innecesario a los registros históricos. Aunque los registros históricos estén incompletos se sabe que el edifico no fue construido por el presidente y dictador de México, Antonio López de Santa Anna, y que el edificio se termino alrededor de 1803, poco antes del inicio de la independencia de México. Es destacable mencionar que las condiciones en las que vivían los "lanceros" (cuerpo militar de caballería ligera) en el cuartel no eran nada envidiables, pues solo contaban con una cama para cada dos soldados, dos maltrechas comidas al día y tenían que aguantar jornadas largas de trabajo.
"Había enviado al amanecer de este día una partida de 40 infantes a las órdenes del teniente de patriotas d. Juan Vidal, para que buscase algún rancho en las inmediaciones de la barra, donde hacer un prisionero para adquirir algunas noticias. Con efecto me trajo uno sobre mi marcha, quien me dijo que había llegado de la Antigua en aquellos días un cabecilla llamado el chino Claudio con 100 hombres de caballería y que en el pueblo había de fuerza además de los vecinos, la matrícula de la ribera de Tuxpan, la de la barra de Tecoluta, con muchos soldados de la 6ª. Compañía, y que tenían 2 cañones, uno de grueso calibre que era del corsario, otros de a 4 y una culebrina en la barra, donde había una buena trinchera. Con estas noticias hice varar las piraguas en la costa, a legua y media de la barra, y esperé la hora a que debían salir, calculando que desembarcasen tropa en la otra costa ya de noche, para que batiesen a los enemigos por la espalda, ínterin venían las piraguas y nos pasaban a nosotros" - Manuel Gonzáles de la Vega (1814). Carta del 8 de diciembre de 1814 al Virrey Félix María Calleja del Rey.
Durante la Guerra de Independencia, el enigmático caudillo Chino Claudio se hizo con el pueblo de La Antigua incluyendo el Cuartel de de Lanceros. Sin embargo, el control independentista seria breve pues una exitosa campaña militar realista culminaría con una batalla a tiros dentro de La Antigua. Los insurgentes del Chino Claudio huirían en desbandada y control del pueblo pasaría a manos españolas. La Antigua posteriormente serviría como centro de operaciones de la armada española para la toma de Boquilla de Piedras, ultimo puerto insurgente en Veracruz [3].

Como el lector podrá notar, los edificios en La Antigua son de una alta relevancia histórica. Entre las paredes de la Iglesia del Cristo del Buen Viaje, la Casa del Cabildo, la Casa de Contrataciones, la Ermita del Rosario y el Cuartel de Lanceros se vivieron infinidad de anécdotas. La Ermita del Rosario es contendiente a ser la iglesia mas antigua aun de pie de América y su construcción ha sido ligada con los 12 monjes franciscanos que encabezaron la primera misión de una orden para evangelizar la región [a].
Por la naturaleza

La Antigua tiene un agradable equilibrio entre el ambiente natural y la historia, prueba de esto es nada mas y nada menos que la principal atracción de la localidad. Las ruinas de la Casa de Contrataciones ("Casa de Cortés") y del Cuartel de Lanceros de Veracruz ("Caballerizas de Santa Anna") están acompañadas de una suerte de aura selvática proporcionada por varios árboles de amate (Ficus cotinifolia).
Pero los amates no son los únicos inmiscuidos en los muros de la Primera

Aduana pues también podemos encontrar los distintivos patrones de corales marinos de la piedra múcara. La piedra múcara es un material utilizado en varias partes del mundo que proviene de los exoesqueletos de corales escleractinos. Así pues entre los ladrillos y piedras que componen los muros de las ruinas de La Antigua se pueden observar fragmentos de aquellos corales.

Además de los imponentes amates, la Ceiba de La Antigua (Ceiba pentandra) es otro de los majestuosos árboles que decoran la localidad. Los locales cuentan leyendas de antaño, donde esa Ceiba era el lugar donde se amarraban los navíos para descargar sus vienes en el Puerto de La Antigua [b].
Si aparte de deleitar tus ojos con los amates, ceibas y corales buscas deleitar tu paladar, no dudes en probar la variedad de frutos tropicales y nativos que crecen en La Antigua; ciricotes (Cordia dodecandra), mameyes (Pouteria sapota), capulines real (Muntingia calabura) y otros frutos difíciles de encontrar en un supermercado. Aunque todas son sabrosas, la reina de las frutas de La Antigua es el zapote domingo (Mammea americana) con su sabor exquisito intermedio entre un mango y un durazno.
Por la gastronomía

La gastronomía de La Antigua corresponde a la región culinaria del Sotavento veracruzano, región característica por sus platillos de pescado y mariscos (arroz a la tumbada, empanadas de camarón o jaiba, entre otros). La gastronomía del sotavento mantiene cierta similitud con la cocina antillana/caribeña, así pues la combinación de arroz y plátano como acompañamiento es común en las cocinas de la costa central veracruzana.
A opinión personal del escritor, de lo más sabroso que uno puede comer en La Antigua es el plátano relleno de mariscos. Un plátano macho frito, partido por la mitad, con un guiso de camarón, pulpo y ostión, y una cubierta de queso gratinado encima. Excelente para amantes de lo salado-dulce.
Notas
[a]: El autor de este escrito no fue capaz de encontrar evidencia que probara o desmintiera la constante asociación entre los 12 franciscanos y la Ermita del Rosario.
[b]: El autor de este escrito no fue capaz de encontrar evidencia que probara o desmintiera las historias de que en la Ceiba de La Antigua se amarran navíos.
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